TIPOS DE DISENTERÍA


La disentería constituye un grupo de trastornos de tipo gastrointestinal, que se reduce a una inflamación de las vísceras, originada por infestación parasitaria, por infecciones virales o por algún irritante químico. Dependiendo de los síntomas y de la manera en que se desarrolla la afección, esta puede ser de dos formas distintas, por lo que, a continuación, mencionaremos cuáles son los tipos de disentería y qué caracteriza a cada uno de ellos.

Principales tipos de disentería

Los tipos de disentería pueden dividirse básicamente en dos: disentería bacilar y disentería amebiana.

La disentería bacilar es la más frecuente de todas y su aparición viene dada por bacterias del género Shigella, las cuales ingresan al organismo a través de la boca y, una vez alojadas en el intestino, proceden a multiplicarse. Usualmente, los síntomas aparecen durante la primera semana del contagio y constituyen diarrea severa y acuosa, en ocasiones acompañada de sangre y de moco. También produce vómitos, fiebre y dolor abdominal.

Por otra parte, la disentería amebiana se caracteriza por la ausencia de síntomas durante los primeros meses, incluso años. Esta infección suele transmitirse cuando una persona infectada acude al baño y no lava sus manos adecuadamente después de hacerlo. De esta manera, es posible que, de los tipos de disentería, éste sea transmitido por el contacto con utensilios infectados, tales como tazas o similares.

Una vez que los síntomas se manifiestan, estos son muy similares a la disentería bacilar, pero suele haber mayor presencia de sangre en las heces y la defecación puede producir dolor.

Cómo tratar los tipos de disentería

Para atacar los tipos de disentería, pueden aplicarse diferentes tratamientos. En el caso de la disentería bacilar, esta puede tratarse a través de antibióticos como la ampilicina, cotrimoxazol, tetraciclinas y quinolonas. En cualquier caso, lo más importante es evitar que el paciente se deshidrate, producto de los vómitos y las evacuaciones constantes.

Igualmente, en el caso de la disentería amebiana, la cura constituye la administración agresiva de antibióticos y, si no se efectúa a tiempo, puede ponerse en riesgo la función del órgano afectado.

Frente a cualquiera de los tipos de disentería, considere siempre la recomendación de un médico.